Con un peso de dos toneladas, fue vista en la Península en julio de 2008. El bólido, identificado por expertos españoles, viajaba a 106.500 km/h
Una inmensa roca de casi dos toneladas de peso, que se estrelló contra la atmósfera terrestre el pasado 11 de julio, viajó hasta la Tierra desde un cometa de la familia del gigantesco Júpiter, según ha revelado un grupo de investigadores españoles.
El suceso, uno de los más brillantes de los últimos 10 años, pudo ser visto desde España y Portugal el pasado verano y su desaceleración, al atravesar la atmósfera terrestre, se produjo sobre la provincia de Salamanca, en concreto en el municipio de Béjar, al que debe su nombre. Fue allí donde tuvo lugar el momento de mayor luminosidad de la gigantesca bola de fuego.
El bólido, que fue registrado por ls cámara de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteorito, procede de una corriente de meteoroides conocida como las Omicrón Dracónidas, que surgieron tras la desintegración del cometa C1919Q2 Metcalf, durante el siglo pasado.
Los autores del trabajo, que será publicado en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society', son los investigadores Josep Maria Trigo, del CSIC, y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña; José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, Iwan Williams, de la Universidad británica Queen Mary, y Alberto Castro-Tirado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Posibles meteoritos
"Es interesante identificar el fragmento de un cometa con suficiente consistencia como para que sobreviva a su brusca interacción con la atmófera. Hasta el momento, no hemos recuperado ningún meteorito procedente de un cometa. Creemos que los cometas que se desintegran podrían albergar rocas de gran consistencia en su estructura interna", señala Josep María Trigo.
Según sus estimaciones, la bola de fuego llegó hasta unos 22 kilómetros de altura desde la Tierra.
Días antes de que llegara a nuestro planeta, la noche del 3 al 4 de julio, el equipo de investigadores ya había detectado un estallido que procedía de las Omicron Dracónidas. Las órbitas de tres de las partículas detectadas en el espacio parecen estar asociadas tanto a la roca 'Béjar' como al cometa desintegrado, según el análisis de los expertos.
Los investigadores confían en que la roca haya producido meteoritos. "Sería un hito científico", aseguran. Hasta ahora, sólo la sonda 'Stardust' ha recuperado pequeñas briznas de rocas de un cometa.
Por: Tristán, Rosa M.
Fuente: El Mundo