Un estudio plantea que el sueño es una manera de ?llenar' el tiempo más que una necesidad
Tras 11 días sin dormir, incluso una persona tan motivada por un experimento científico como Randy Gardner tuvo que rendirse, no sin antes batir el récord mundial de privación de sueño. Dormir es necesario, pero los especialistas no saben todavía el motivo exacto de esa necesidad. Algunas hipótesis han barajado la posibilidad de que sirva para evitar la depredación o la exposición al peligro durante demasiado tiempo, mientras que otras encuentran concluyente el hecho de que el cerebro necesite descansar para poder recargarse. El problema está en que no todos los animales duermen de la misma manera y, sobre todo, en que no a todos les afecta igual la falta de sueño.
Chiara Cirelli y Giulio Tononi, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Wisconsin en los Estados Unidos, han propuesto una nueva vía: ¿y si el dormir fuese no tanto una necesidad como un modo de llenar el tiempo porque no necesitamos 24 horas para buscar alimento, comer, reproducirnos o ejercer otras actividades? "Parece claro que casi todos los organismos han sufrido un proceso evolutivo similar: necesitan un tiempo para descansar", dice el doctor Tononi. "Lo que no está nada claro es porqué".
Ambos psiquiatras aseguran que, con los conocimientos sobre el sueño que tenemos en la actualidad, no existen suficientes evidencias que demuestren la existencia de necesidades fisiológicas detrás de él. "Hay organismos como la rana-toro que aparentemente no duermen nunca, y otros como las palomas a las que no les afecta dormir más o menos", comenta Cirelli. "Por lo tanto, parece que hay una tendencia al estado de letargo, pero todavía no hemos dado con el verdadero origen del sueño".
En ratas y humanos, no dormir afecta al sistema inmune, hormonal y hasta a la transmisión de mensajes sinápticos (entre células nerviosas). Ninguno puede estar largos periodos sin dormir, mientras que pájaros y peces parecen tener una enorme elasticidad a la hora de invertir horas con Morfeo. "Durante la migración, los pájaros pueden reducir hasta en un 65% su tiempo invertido en sueño, y los peces tienen una gran capacidad de recuperación sin aparentemente estar nunca profundamente dormidos", dice Cirelli.
Ambos expertos analizan, en un artículo publicado en la revista PLoS Biology, lo que se sabe hasta ahora sobre el sueño. "Parece mentira que no se sepa gran cosa sobre el origen de algo tan importante", continúa Tononi. "Lo que nosotros proponemos es simple: una vez que los animales han cumplido con sus necesidades básicas diarias, quizás no requieran de un tiempo adicional en el que lo único que harían es gastar energía".
Opiniones en contra
Otros investigadores opinan de forma diferente. Para el doctor J. Lee Kavanau, experto en sueño del Departamento de Biología Orgánica de la Universidad de California, "tiene que ser más que eso. Puede que dormir sea el momento en el que el cerebro no sólo se recarga, sino que reordena los sucesos del día y permite descansar de la ingente cantidad de estímulos diarios". Pero entonces, ¿por qué dentro de un mismo grupo (como peces, pájaros o mamíferos) las pautas son tan diferentes?
"El caso más espectacular es, sin duda, el de los delfines", dice Tononi. "Una mitad del cerebro duerme mientras la otra está en vigilia", explica. Un mecanismo del todo necesario si pensamos que es un mamífero acuático que no tiene la posibilidad de reposar en tierra y necesita respirar cada 30 o 60 segundos mientras está descansando.
Hay demasiadas incógnitas todavía que rodean la actividad de dormir, una porción de vida que puede fácilmente superar el tercio de un día. "Parece que necesitamos dormir, pero ¿qué partes del organismo necesitan más descanso? ¿Y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo el sueño?", se pregunta la doctora Cirelli. Lo único que parece claro es que a mayor complejidad cerebral más horas de sueño son necesarias, "pero puede que, desde su origen, el sueño haya sido más una respuesta a la no necesidad de estar todo el día activos que a una verdadera y auténtica necesidad de dormir", concluye.
Por: Rossi, Sergio
Fuente: Publico