FRED ESPENAK ASTROFÍSICO DE LA NASA. CAZADOR DE ECLIPSES. El asteroide 14120 lleva su nombre. Ha publicado la predicción de eclipses hasta 2035 y se muda al desierto de Arizona, lo más oscuro de EE.UU, para ver, ya que no una ocultación del cada día, al menos las estrellas
-¿Cómo se hace un cazador de eclipses?
-Muy fácil: se informa sobre dónde va a ocurrir uno y, simplemente, va. Yo era astrónomo amateur en mi época de estudiante y vi mi primer eclipse en 1970. Había leído sobre ese eclipse total que se observaría desde la costa oeste de Estados Unidos y sabía que esto sólo ocurre una o dos veces en la vida. Tenía 18 años y un carné de conducir recién estrenado. Entonces logré convencer a mis padres para conducir mil kilómetros y seguir el eclipse. Había estudiado mucho sobre el fenómeno. Cogí mi cámara, mi telescopio, y ahí estaba yo... ¡Estupefacto! Así me sentí cuando el eclipse llegó al cien por cien. Nada de todo lo que había leído y visto me había preparado realmente para ver aquello. Después de los tres minutos que duró la parte central del eclipse supe que tenía que ver muchos más y lo más rápido posible. Ha sido lo más maravilloso que he visto en mi vida.
-¿Visto uno vistos todos?
-Cada eclipse es único, y la corona que se ve del sol es diferente. Y además, como los caminos desde donde se ven los eclipses nos llevan a países tan distintos, también te queda el recuerdo del lugar, sus gentes, costumbres, gastronomía...
-¿La primera vez, la más emocionante?
-En cierta manera sí; yo no sabía que me iba a dedicar a esto, y lo que vi ese día despertó en mí un interés que sería desde entonces el centro de mi vida.
-¿Qué importancia tiene un eclipse?
-Es una ventana de aprendizaje del sol, y como el sol nos da la vida en la tierra es fundamental concerlo bien. Hay unas razones básicas por las que es importante un eclipse: que toda energía que desprende el sol pasa a través de la corona que es lo que se ve en el eclipse y se puede estudiar mejor; las partículas que desprende el sol y afectan a la comunicación de los satélites, a las auroras, y pueden hacer daño a redes de energía en la corteza terrestre; el hecho de que el sol es una estrella de tamaño normal, pero que al estar muy cerca y conocerla a través de su corona podemos conocer más sobre las estrellas más lejanas, y analizando los espectros de las estrellas más lejanas y los del sol se aumenta el conocimiento; y, por último, la corona es un laboratorio único porque tiene muy poco material, unas temperaturas altísimas que son difíciles de lograr y muchos campos magnéticos.
-Habla de estrellas, pero la contaminación lumínica las hace invisibles.
-Las perdemos. Hay fotos de satélites del mundo iluminado por la noche, y hay zonas de Europa, América e India que parece que se queman por el derroche de energía para iluminar.
-A su colega Ken Wilkox le dan ganas de arrodillarse, muchos animales vuelven a sus guaridas, y quechuas y aimaras hacen llorar a perros y mujeres para que despierten al rey Sol. ¿Tanto nos afectan los eclipses?
-Algo común a las culturas de América y China es creer que cuando se produce un eclipse algo va mal en el cielo, y muchos hablan de monstruos o demonios que devoran al sol. Es interesante la reacción de la gente para tratar de despertarlo o matar al monstruo con ruido o tirando flechas, porque saben que el sol les da la vida. Son mitologías, pero tienen una base real: si el sol no existe, tampoco nosotros. Recibo e-mails para preguntarme si las embarazadas pueden ver un eclipse. Pero científicamente no hay nada probado sobre efectos en las personas, salvo el psicológico.
-¿Ni el de la ceguera si miras embobado sin protección?
-Ese mito también está muy exagerado. Siempre hemos mirado al sol al atardecer y no nos ha pasado nada. No hay nada diferente del sol durante un eclipse al sol normal, tan sólo que te atrapa la curiosidad y te hace quedarte más rato mirando. Conozco muy pocos casos documentados de gente que se haya quedado ciega durante un eclipse.
-¿El próximo eclipse total que veremos en España?
-El 12 de agosto de 2026.
Por: Ródenas, Virginia Fuente: ABC