Se han desarrollado dos nuevos métodos con un alto grado de sofisticación para asistir en las operaciones de cirugía no invasiva y detectar enfermedades que podrían revolucionar las técnicas de diagnóstico y cirugía
Se han desarrollado dos nuevos métodos con un alto grado de sofisticación para asistir en las operaciones de cirugía no invasiva y detectar enfermedades que podrían revolucionar las técnicas de diagnóstico y cirugía. Uno de estos métodos se sirve de los últimos avances informáticos para ayudar a los cirujanos a localizar la posición exacta de las células enfermas y el otro consiste en una cápsula controlada por ordenador que puede moverse por el organismo en busca de signos de enfermedad.
Diez años de colaboración científica han dado lugar a una nueva forma de cirugía basada en las TI que permite ver el interior del organismo de los pacientes en una pantalla durante las operaciones, como si éste fuera transparente. Esta técnica quirúrgica se sirve de una tecnología que convierte rayos X y ultrasonidos en mapas tridimensionales (3D) proyectados en una pantalla. Los cirujanos utilizan dichos mapas para navegar por el interior del organismo mientras realizan cirugía no invasiva.
Esta técnica permitirá recurrir más a menudo a la cirugía no invasiva en lugar de a la tradicional, ya que las operaciones resultarán menos agresivas para los pacientes y se acortará la estancia hospitalaria. Asimismo, con esta nueva tecnología las operaciones serán mucho más seguras, debido a que se podrá ver exactamente la posición del tumor respecto a las arterias y los nervios.
«Las operaciones quirúrgicas no invasivas se podrán realizar de forma más segura gracias a que los cirujanos podrán ver mejor los órganos vitales y las arterias y, por tanto, podrán recurrir a esta técnica con mucha más frecuencia para extraer tumores de órganos a los que de otro modo sería complicado acceder con intervenciones no invasivas, como los riñones, las glándulas suprarrenales o el páncreas», explicó el Dr. Thomas Langø, científico experto del instituto noruego de investigación SINTEF, el centro independiente de investigación más importante de Escandinavia. El Dr. Langø trabajó en colaboración con Ronald Marvik, médico especialista del hospital St Olav de Trondheim (Noruega).
SINTEF, junto con otros diecisiete socios europeos, está desarrollando actualmente otra técnica médica revolucionaria: una cápsula que se ingiere y que circula por el aparato digestivo en busca de enfermedades y células enfermas. Estas cápsulas ya existen, pero SINTEF está desarrollando una versión mejorada que se puede controlar y guiar con un sistema informático que permite pararla y hacer que circule en sentido contrario si fuera necesario para estudiar con más atención cualquier punto del organismo.
La nueva cápsula contará con sensores basados en ultrasonidos, espectroscopia y probablemente biosensores. También se podrán recoger con ella muestras de tejido. Al moverse por el aparato digestivo, la cápsula podrá detectar signos tempranos de enfermedades graves, como el cáncer colorrectal, de manera que se podrían salvar muchas más vidas que con los métodos de diagnóstico actuales.
El Dr. Langø se refirió en estos términos a Vector, el proyecto en el que se desarrolla la cápsula: «Estamos trabajando en el sistema de navegación que permitirá saber con exactitud en qué punto del aparato digestivo se encuentra la cápsula en cada momento y controlarla para poder realizar determinadas operaciones.»
«El mayor reto consiste en lograr instalar todo lo necesario dentro de la cápsula sin que ésta sea demasiado grande para ser ingerida. Si todo marcha según lo previsto, podremos sacar a la luz la píldora inteligente en unos cuatro años.»
Fuente: CORDIS