martes, 7 de abril de 2009

Una pila eficaz hecha con virus modificados genéticamente

Unos virus manipulados genéticamente, incapaces de infectar a las personas, se han convertido en ánodo y cátodo de un nuevo tipo de pila que tiene la misma capacidad que las más modernas baterías recargables de litio y carece de materiales tóxicos

El invento es de un equipo de investigadores estadounidenses que mañana presenta su tecnología en la revista Science.

Hace tres años, un grupo del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) logró hacer, por ingeniería genética, un virus capaz de convertirse en ánodo de una pila recubriéndose con óxido de cobalto y oro y autoconstruyendo un nanocable. En una batería normal, los iones de litio fluyen entre un ánodo cargado negativamente (normalmente grafito) y un cátodo cargado positivamente. Pero hacer un cátodo con virus es más complicado porque la mayoría de los materiales candidatos son más bien aislantes y no conductores. Ahora los investigadores explican cómo han solucionado este obstáculo.

Yun jung Lee y sus colegas han hecho un virus que se recubre de fosfato de hierro y se engancha a nanotubos de carbono creando una red de material altamente conductor, explica el MIT en un comunicado. El virus se fija específicamente en nanotubos de carbono y forma una red que potencia la conductividad del material, actuando como cátodo en la batería. Los virus utilizados en el experimento infectan bacterias pero son inofensivos para los humanos.

Lee y sus colegas han aplicado principios biológicos básicos para inventar una estructura no nociva para el medio ambiente y capaz de convertir materiales con baja conductividad eléctrica en electrodos efectivos. Ellos consideran que esta alternativa tecnológica puede ser útil, por ejemplo, para los coches eléctricos híbridos, pero también para cualquier dispositivo electrónico personal. El presidente estadounidense Barack Obama está muy interesado en las tecnologías energéticas, por lo que la semana pasada invitó a la Casa Blanca a la directora del MIT, Susan Hockfield, para que le mostrara el prototipo de la nueva batería hecha de virus.

En sus ensayos los investigadores han comprobado que sus pilas pueden cargarse y descargarse al menos cien veces sin degradarse. Reconocen que son menos ciclos de carga/descarga que una batería convencional, pero confían en mejorar mucho su dispositivo.